top of page

¿POR QUÉ A MI HIJO LE CUESTA TANTO CONCENTRARSE?

  • ballado98
  • 13 ago
  • 2 Min. de lectura
ree

Una guía para madres preocupadas por el impacto de las redes en la mente infantil

Vivimos en una época donde el entretenimiento se mide en segundos. Los niños y adolescentes consumen videos cortos a una velocidad abrumadora: TikTok, reels de Instagram, YouTube Shorts... y lo hacen durante horas. ¿El problema? El cerebro en desarrollo no fue diseñado para procesar estímulos tan rápidos de forma constante.

 

Cada vez más madres se preguntan:

“¿Por qué a mi hijo le cuesta tanto concentrarse?”

“¿Por qué se aburre tan rápido con todo lo que no tiene una pantalla?”

La respuesta puede estar en su dieta digital.

 

¿Qué está pasando en el cerebro de nuestros hijos?


Los videos cortos están diseñados para capturar la atención de forma inmediata. Utilizan música intensa, transiciones veloces, colores brillantes y recompensas visuales cada pocos segundos. Esto estimula el sistema dopaminérgico, haciendo que el cerebro infantil se acostumbre a la gratificación instantánea.

 

El resultado:

 

·         Menor tolerancia al aburrimiento

·         Dificultad para enfocarse en tareas sin estímulos

·         Impaciencia y ansiedad cuando no hay “novedad” constante

·         Bajo umbral de frustración

·         Dificultad para memorizar y retener información compleja

 

¿Cómo afecta esto la vida diaria?


·         Tu hijo puede dejar los libros a los 5 minutos, pero ver TikTok por 2 horas.

·         Interrumpe conversaciones o tareas porque su mente necesita “algo nuevo”.

·         Empieza muchas cosas, pero termina pocas.

·         Le cuesta escuchar instrucciones completas sin desconectarse.

 

Esto no es desinterés o flojera: es un cerebro sobreestimulado y mal entrenado para sostener la atención sin recompensa inmediata.

 

¿Qué puedes hacer como mamá?

·         Ponle nombre al problema sin culpas: No es que tu hijo “no pone atención”, es que su entorno le entrenó para no necesitarla.

·         Establece límites claros al uso de redes: Especialmente entre semana, cuando debe concentrarse en la escuela o el estudio.

·         Crea tiempos sin pantalla cada día: Para leer, dibujar, jugar sin estímulos externos. Al principio se resistirán. Es normal.

·         Refuerza actividades que exijan enfoque sostenido: Juegos de mesa, rompecabezas, cuentos largos, tareas en pasos.

·         Sé un modelo de atención: Si tú también revisas el celular cada 30 segundos, el mensaje es claro.

·         Haz pausas conscientes al ver videos: Enséñales a detenerse, procesar lo que vieron, comentarlo. Que no sea solo consumo pasivo.

 

Consulta con un especialista si notas deterioro cognitivo o emocional: La atención es entrenable, pero necesita guía y constancia.

 

No se trata de demonizar la tecnología

 

TikTok, reels y redes sociales no son “malas” por sí solas. El problema surge cuando se convierten en el centro de estimulación diaria, reemplazando el juego creativo, el aprendizaje profundo o la interacción humana.

 

Como madres, no podemos controlar todo, pero sí podemos regular el entorno digital y acompañar a nuestros hijos a recuperar su capacidad de concentración, paciencia y retención.

 

Recuerda, educar en el mundo actual es más difícil que nunca. No te culpes.

Lo importante no es eliminar completamente la tecnología, sino ayudar a tus hijos a tener una relación sana con ella, y eso comienza por establecer límites con cariño, presencia real y coherencia.

 

 


 
 
 

Comments


  • Facebook
  • Twitter
  • Instagram
bottom of page